jueves, 11 de agosto de 2016

Y le costo la vida




Santa Cruz que fuerte late el corazon del invierno 

solamente se hace tierno el fogon a leña y mate 
llendo para el Calafate de pronto emepzo a nevar
 un dia enterno sin parar y el viento blanco que sigue 

en la bajada de Miguens como con rumbo al Glaciar.


Iva Domingo Parada  a muy poquititas leguas,
para campear una yeguas cuando empezo la nevada,
la pucha no es camperiada, para ninguno Paisano,
un temporla soberano, que hasta el más fuerte se queja,
cuando la nieve a la oveja, no deja verle las manos.

Nieve que levanta el viento que como flecha dispara 
que cuartea manos y caras y te congela el aliento
 nadie sabe el momento en que la huesuda se nos planta 
y viendo Domingo tanta fiereza del tiempo rudo
 el miedo se le hizo un ñudo, apretado en la garganta,

Iba en esa dirección que busca el Cerro Sombrero
 cuando con el tiempò fiero perdio toda orientación,
 entonces su corazón puso a su esperanza un broche 
y el tiempo haciendo un derroche de su pasajera trenza 
vino a tragarlo en la inmensa boca negra de la noche.

Tan oscuro tan sombrio el temporal nieve y viento,
 que entro a asustarlo el tormento que iba a morirse de frio,

y aceptando el desafio con premura y sin desmayo
pensó si de frente me hayo con la muerte montarás
ande ya no aguante más voy a degollar al caballo.

Sacó un cuchillo liviano como empujao derepente
para que la sangre caliente, pueda entiviarle las manos.
Y al fin degolló al Tobiano que era su única salida
y cuando desde la herida salía cada chorro fuerte,
parecía que la muerte, se pulseaba con la vida.

Y esa noche desgraciada, su empeño se le hacía escaso
porque era templado el brazo de la muerte en la pulseada,
sus dos manos apretadas, con un cuchillito al centro,
que de la panza al encuentro del matungo abren un tajo
y vacian con trabajo pa poder meterse adentro.

Cuando acurrucao sentía del caballo el cuerpo tibio
esa sensación de alivio su fuerza reverdecia 
penso si se hace de dia y sin aflojar espero
 mejorar el tiempo fiero y preocupado por mi ausencia
 salga de la querencia a buscarme un compañero.

Pero por mas que se vino el dia en luz saludable 
hay misterios insondables,  que guardan nuestros destinos
al otro dia un vecino por buscarlo encontrará 
al muchachito que está con sus 20 primaveras
dormido en la Cordillera por toda la eternidad.

Y asi murió compañero este peoncito de estancia
del rio a corta distancia, llendo al Cerro Sombrero
si alguno pasa ligero por la ruta en la bajada
se puede ver de pasada culpa de esta triste historia 
una cruz a la memoria de un tal Domingo Parada.







2 comentarios:

  1. no me canso de escuchar esta milonga muy triste la nieve es muy jodida en el campo

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  2. no me canso de escuchar esa milonga muy fuerte la nieve es jodida

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