El Resero

Ruda es la vida del campo

para el que bien la observó
para el que en él se habituó
ni mella produce el lampo...
si halla calma es un escampo
después de algún aguacero,
más se requinta el sombrero
con entera valentía
trabajando todo el día
el incansable resero.

Cuando arrea alguna hacienda,
sea majada o tropilla,
le hace frente al sol que brilla
llevando el pingo a la rienda.
No teme a la contienda
ni al más fierazo entrevero,
no usa el fierro ni el acero
si no es por obligación;
porque es todo corazón
el incansable resero.

Con los mismos animales
siempre fue el mas compasivo,
servicial, presto y activo
en los trabajos rurales,
por sus sentimientos leales
no deja de ser sincero,
es amigo y compañero,
y cuando tiende la mano
lo hace mas bien como hermano
el incansable resero.

Si le toca pernoctar
cielo abierto y campo afuera
se acomoda a su manera
porque se sabe arreglar;
de las aves el cantar
conoce como el primero,

por la estrella y el lucero

en noche oscura se guía,
tiene en esto maestría
el incansable resero.

El es, en todo terreno
jinete a carta cabal,

y al más arisco animal

lo sabe llevar sereno;

jamas acoquina el trueno,

o el fuerte viento pampero.

Es bien ganado el dinero
del trabajo que realiza,

y hace honor adonde pisa
EL INCANSABLE RESERO