sábado, 28 de marzo de 2020

"El Médico y el Linyera"


Se habían criado huerfanitos de padre y madre los dos 
bajo el amparo de Dios aquellos dos hermanitos,
cuidando del más chiquito con 12 años, el mayor 
sólo tres tenía el menor qué sollozando pasaba
 y el mundo le prodigaba quién sabe cuánto dolor.

Se los veía pasar en esos inviernos crudos
 con los piecitos desnudos hacia el pueblo a mendigar.
Jamás los vieron llegar a ordenar el protector
 volvían entre el rigor de este mundo que les toca
 con un pancito en la boca y en la mirada un clamor.

 Eran sólo dos pequeños Juan y Pedrito García,
 pero vieron cierto día truncados todos sus sueños
 el destino puso empeño en también su derrotero
 a trabajar de boyero era llevado el mayor;
 y una tarde con dolor se alejó junto a un carrero.
 Pedrito que había llorado la partida de su hermano
 y a una pareja de ancianos el niño quedó al cuidado,
 estaban encariñados lo trataban con amor,
 de la escuela con honor es enviado a la ciudad
 soñaba la facultad con llegar a ser doctor.
Y un día la medicina tuvo otro profesional
 la universidad estatal le inculcaba su doctrina,
 con su vocación divina por la vida lucharía,
 por eso al pueblo volvía para tenderle una mano;
 el médico cirujano llamado Pedro García.

 Esa gente que lo crió alcanzó a verlo triunfar
pero el tiempo con su andar cierto día los llevó
 con su lucha continúo con un don en cada mano,
con profundo amor humano siempre se repetía;
 aunque todo lo tenía hoy le faltaba su hermano.

 Pero un día sucedió cuando avisa una enfermera;
 que trajeron a un linyera que un auto lo atropelló,
 el malestar lo llevó por la profunda herida,
 operándolo enseguida lo pudo estabilizar;
 hasta poderle salvar prácticamente la vida.

 Varios días internado hasta que al fin reaccionó
 cuando los ojos abrió estaba el doctor al lado,
 "A la muerte le ha ganado amigo no sé me asombre
 usted ha luchado buen hombre aliviando mi trabajo;
 y ahora para el legajo me debe decir su nombre".

Le contesto: "De gurí por estos pagos vivía
 yo me llamo Juan García y dejé mi hermanito aquí
 es por eso que volví porque el recuerdo es más fuerte
 mi vida de mala suerte me ha transformado al ligera 
yo hoy a abrazarlo que hiciera antes que llegue la muerte"-

Rompiendo en llanto el doctor lo apretaba entre sus manos,
 gritaba "¡Yo soy tu hermano !, "¡Yo soy Pedrito el menor!" 
Que cuadro conmovedor, que jamás habían soñado
 tanto tiempo había pasado casi una vida entera 
y el médico y el linyera lloraban desconsolados.

 "Ahora te voy a cuidar", abrazándolo decía
 y el linyera se dormía sin poderse despertar
 tal vez no pudo aguantar aquella enorme emoción 
en vano cuál intención por hacerlo revivir
 porque dejó de latir su cansado corazón.

 Y el médico acongojado"Perdón hermano", decía 
"Esperé tanto este día que por fin había llegado,
Cómo volviendo al pasado hoy te volvés a marchar,
 no me voy a perdonar y profundo dolor; 
estudié para doctor y no te pude salvar".



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