martes, 22 de septiembre de 2020

EN MIS TIEMPOS DE DOMADOR






En mis tiempos que domé

de esto hace unos cuantos años

y aunque les parezca extraño

nunca he quedado de a pie

me acuerdo de aquella vez

que iba bajando un overo

yo lo monté con el cuero

mirando cara pa' atras

y de pasada nomas

levanté unos huevos e termo.


Con la cabeza escondida

pegó el primer arrancón

y yo firme en el garrón

le aguanté la sambuyida

despues me hizo otra venida

y picó como endiablao

dejo el campo como arao

se lo juro por mi abuela

que en un rayón con la espuela

saqué un peludo enganchao.


Apenas venía aclarando

lo monté por la mañana

volví como a la semana

pero siempre jineteando

sacarlo del palo hacheando

y eso era costumbre vieja

se le sentían las quejas

a este overo hecho un ovillo

mientras armaba un cigarrillo

lo espoleaba por la oreja.


Pa' no pasar de lo peor

de la espuela hice un derroche

en cuanto me agarró la noche

perdí al apadrinador

solo un cuzco toreador

de cerca me acompañaba

por ahi me lo garroneaba

y el overo se me enfurecía

y de lejos se sentía

solo el perro que ladraba.


Por ahí se quedó parao

dando un resuello al apronte

y conocí por el monte

que era la estancia "El Quemao"

diez leguas había andao

¡ jineteando Virgen mía!

y en esa gaucha porfía

sin pedir ni dar ventaja

habia perdido la faja,

y el perro que me seguía.


En cuanto salió la luna

se me agrandó el condenao

saltó varios alambraos

y atravesó una laguna,

y yo le grite "-¡ahijuna!

te quiero ver en la meta"

le buscaba en la paleta

y al sentirse los chasquidos

levantaban los volidos

los patos y las gallaretas.


Al poco tiempo al overo

lo hice un pingo de silla

y lo entablé en la tropilla

mansito como un cordero

calculen si soy campero

a través de mi ignorancia

hoy no quiero hacer jactancia

si de mi premio se trata

no alcanzaría con la plata

de vender grandes estancias.


Miren, si soy respetao

ya no me dejan montar

tienen miedo que al hachear

les mate algún reservao

allá en mi tiempo cuidao

no conocía rival

y si a veces algún bagual

se me ha cáido corcoveando

yo le salió caminando

como perdíz del maizal...



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