ILUSTRACIÓN ALDO CHIAPPE |
Muchos
pueden ofertar
Que yo de mi pingo oscuro
Por esta cruz, se lo juro,
Que no me habré de apartar
Pa' que entiendan viá contar
Cómo ha llegao a mi lado
Y sin ningún agregao,
Les dejaré referido
Cómo fue que lo he adquirido
Y a qué precio lo he pagao.
Me había conchabao en eso
pa' domar una tropilla,
En un campo de la orilla
Del "arroyo de los huesos".
Y aunque el caldo estaba espeso
En el lugar con la indiada,
Como no me ataja nada
Cuando me encuentro chaludo,
Salí rumbiando en un crudo
pa'l Azul de madrugada.
Siete leguas había hecho
De las once de camino,
Cuando sentí que me vino
Como un sacudón al pecho.
Pasó que al muy corto trecho
De bandear un fachinal,
Un griterío infernal
Armaron cinco clinudos
Que me cargaron seguro
pa'achurarme en el pajal.
Le pedí a mi Dios bendito
Una ayuda dende el cielo
Y le mandé hasta el pigüelo
Las espuelas con un grito...
¡Pingo lindo pobrecito!
Me respondió en la ocasión,
Si hasta soy de la opinión
Que si no está el del oscuro
Me les hago humo seguro
Al comenzar la junción.
A cuatro me fui dejando
Muy atrás en la corrida
Y el oscuro en la partida
Venía conmigo jugando.
Las potreadoras silbando,
Baqueanazas pa' las yeguas
Le dieron fin a las treguas
Prendiéndomelo al lobuno,
Que rodó como ninguno
Después de correr dos leguas.
Eché el dos, y en el instante
Desenvainé mi cuchillo,
Maliciando que aquel pillo
Me llevaría por delante.
Y sin que el temor me espante
Di la vuelta y ya llegaba
Justo cuando me lanceaba
El bulto logré quitar
Aunque no pude evitar
Que me hiriera en forma brava.
Enseguida entré a rodar
Como bola sin manija
Llegándome a las verijas
La sangre del costillar.
Si me llegaba a achicar,
Seguro que no la cuento,
Pero calculé al momento
Que una esperanza quedaba
Porque el pampa ya contaba
Por ganao aquel encuentro.
Y quedando arrodillao,
Simulando estar sin cura;
Desprendí de la cintura
Las bolas con gran cuidao...
En el momento indicao
Procedí con una trampa
Y llegué a meterle al pampa
Tal bolazo en la sesera
Que sin un susto siquiera
Ahí nomás clavó las guampas.
Como esperando mi juida,
Quedó el oscuro a mi lao
Y me le monté apurao
Apretándome en la herida.
Venía el resto 'e la partida
Bramando por esa senda
Pero apenas le dí rienda,
A la distancia se puso,
Este soberano chuzo
Que me armé en esa contienda.
Y así han visto las razones
Que tengo pa' ponderearlo
Y que quiero conservarlo
Por todas sus condiciones
Si hasta pienso en ocasiones
Que me salió regalao...
Por más que lo haya pagao
Con un redomón lobuno
Y un chuzazo que ninguno
Creo que hubiera ofertao.
Que yo de mi pingo oscuro
Por esta cruz, se lo juro,
Que no me habré de apartar
Pa' que entiendan viá contar
Cómo ha llegao a mi lado
Y sin ningún agregao,
Les dejaré referido
Cómo fue que lo he adquirido
Y a qué precio lo he pagao.
Me había conchabao en eso
pa' domar una tropilla,
En un campo de la orilla
Del "arroyo de los huesos".
Y aunque el caldo estaba espeso
En el lugar con la indiada,
Como no me ataja nada
Cuando me encuentro chaludo,
Salí rumbiando en un crudo
pa'l Azul de madrugada.
Siete leguas había hecho
De las once de camino,
Cuando sentí que me vino
Como un sacudón al pecho.
Pasó que al muy corto trecho
De bandear un fachinal,
Un griterío infernal
Armaron cinco clinudos
Que me cargaron seguro
pa'achurarme en el pajal.
Le pedí a mi Dios bendito
Una ayuda dende el cielo
Y le mandé hasta el pigüelo
Las espuelas con un grito...
¡Pingo lindo pobrecito!
Me respondió en la ocasión,
Si hasta soy de la opinión
Que si no está el del oscuro
Me les hago humo seguro
Al comenzar la junción.
A cuatro me fui dejando
Muy atrás en la corrida
Y el oscuro en la partida
Venía conmigo jugando.
Las potreadoras silbando,
Baqueanazas pa' las yeguas
Le dieron fin a las treguas
Prendiéndomelo al lobuno,
Que rodó como ninguno
Después de correr dos leguas.
Eché el dos, y en el instante
Desenvainé mi cuchillo,
Maliciando que aquel pillo
Me llevaría por delante.
Y sin que el temor me espante
Di la vuelta y ya llegaba
Justo cuando me lanceaba
El bulto logré quitar
Aunque no pude evitar
Que me hiriera en forma brava.
Enseguida entré a rodar
Como bola sin manija
Llegándome a las verijas
La sangre del costillar.
Si me llegaba a achicar,
Seguro que no la cuento,
Pero calculé al momento
Que una esperanza quedaba
Porque el pampa ya contaba
Por ganao aquel encuentro.
Y quedando arrodillao,
Simulando estar sin cura;
Desprendí de la cintura
Las bolas con gran cuidao...
En el momento indicao
Procedí con una trampa
Y llegué a meterle al pampa
Tal bolazo en la sesera
Que sin un susto siquiera
Ahí nomás clavó las guampas.
Como esperando mi juida,
Quedó el oscuro a mi lao
Y me le monté apurao
Apretándome en la herida.
Venía el resto 'e la partida
Bramando por esa senda
Pero apenas le dí rienda,
A la distancia se puso,
Este soberano chuzo
Que me armé en esa contienda.
Y así han visto las razones
Que tengo pa' ponderearlo
Y que quiero conservarlo
Por todas sus condiciones
Si hasta pienso en ocasiones
Que me salió regalao...
Por más que lo haya pagao
Con un redomón lobuno
Y un chuzazo que ninguno
Creo que hubiera ofertao.