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sábado, 9 de noviembre de 2019

"Me llaman la Tradición"



Yo soy la voz del pasao, que anda queriendo volver,

soy la voz de aquel ayer que el destino no ha callao,
soy la sombra que ha quedao me llaman la tradicion
soy el gustito dulzon de la milonga campera 
y la dolida tapera que aguanta firme el cimbrón.


Soy humilde esquilador pidiendo lata y mas lata

y soy el par de alpargata que calza el recorredor
soy bozal o maneador asujetando el bagual,
o soy seguro corral con una marca quemando
y para ir recordando soy lazo, estribo y pretal…

Soy decir del payador que en décimas vierte el canto
del mate soy el encanto con amistad y calor
soy alegría y valor de una raza de varones
soy chispa que en los fogones son como estrellas prendidas
y las canciones sentidas vibrando en los corazones…

Soy el grito del chajá denunciando que alguien pasa
soy bombacha bataraza bien ceñida por la faja,
soy el barro, soy la paja, emponchando la cumbrera
y soy arao de mancera descansando en un rincón,
también giniebra en porrón en una fiesta campera…

Yo soy el decir hermano que distingue al argentino
acortando los caminos en un apretón de manos,
soy la palabra paisano con respeto y con amor,
soy cencerro sonador que se pierde a la distancia
o matera de una estancia donde cobija el calor…

Soy el paso del resero picaneándolo al destino
y soy el vaso de vino pa’ suavizar el garguero.
Soy el nido del hornero hecho con todo   amor
soy el truco soy la flor cuaterno en la lotería
poncho pampa en noche fría y un asao al asador…



jueves, 21 de septiembre de 2017

LA PRIMAVERA





Y cuando suelta la tarde
ariscas sombras del cielo,
sube otra nube del agua
lenta de garzas y teros.

¡Qué susurro de plumajes
lleva en sus ancas, el viento;
y qué primavera la hoja
celosa de ojos abiertos!

Por todo lo que no tuve
lo que perdí y no me acuerdo,
canto septiembres de luz, 
primaveras del encuentro.

Libertad de la ramita
que vence sola un invierno.
Primavera que me vuelve 
el corazón, casi eterno.

Ella andaba por la vida
livianita de caricias
cesante de halago y besos
yo venía de otra noche
remando con desencuentros...
¡Cómo pasa y cómo vuelve
el vino que llevo adentro!
¡Qué primavera la línea
del horizonte azulenco!

Tal vez no me espera nadie...
Tal vez, ya todos se fueron.
Tal vez voy siendo nomás
suspiro solo, sin dueño;
exhalación de mis montes,
gorrioncito querenciero...
¡Qué primavera la vida
que ardida prende de nuevo!

Y cuando venga la sombra
por talas, leguas y sueños
a inundarme la garganta
con provincias de silencio;
cantaré con las calandrias, 
cardenales, benteveos... 
¡Qué primavera de cantos
me fui sembrando en los huesos!