Ser gaucho no es solamente
tener apero vistoso
y andar en un pingo brioso
para admirar a la gente,
tener gesto omnipotente
paseando los días de fiesta,
conozco gente como ésta
que usa chiripá bordao
mucho lujo en el recao
y olor a gringo que apesta.
De facón atravesao
y boliadoras con oro
de plata forma un tesoro
las pilchas de su recao
poncho muy caro comprao
y botas encharoladas
espuelas encadenadas
que enceguecen con su brillo
mucho lujo en el lobillo
pero en la cabeza nada.
Frente a un gaucho verdadero
sienten ganas de burlarse
no pueden imaginarse
tanta guasca en un apero
critican al altanero
si alguna vez se enojó
y si su hombría defendió
y se disgració
peleando
como son de cuero blando
eso los horrorizó.
El facón que a la cintura
llevan con sus iniciales
sólo aumentará sus males
si un enojao los apura
no son de cáscara dura
y ocasiones ha pasao
que si los traen apuraos
siendo grande el sofocón
les ha servido el facón
de canga en un alambrao.
Ese no es el gaucho nuestro
que en la campaña se ha criado
el que maneja el arao
trenza un lazo o un cabresto
en faenas camperas diestro,
sabe mostrar su valor,
compasivo ante el dolor
lo sirve sin recompensa
y tanto cobra una ofensa
como no olvida un favor.
El’. que quiere su bandera
y que adora sus blasones
Raza de los que en Misiones
ayudaron a Rivera,
Raza viril y altanera
del todo no te han cambiao
toda no te han mestizao
porque es ley en el paisano
ninguno salir “tubiano”
ser blanco o ser colorao.