Permiso pido señores si es que me van a escuchar
yo les quiero relatar, de la guerra y sus horrores
tantas sombras sin sabores de una guerra fratricida
donde una madre afligida llora a su esposo y sus hijos
con un pensamiento fijo donde hallar la despedida.
Recuerdo que fue pal año de 1904
el Uruguay era un teatro de ensañamiento tamaño
grandes valores y extraños los que tuvo el oriental
cuando en su suelo natal cuando entre hermanos peleaba
y mientra que se ultrajaba la bandera nacional.
de pronto un joven de agallas, a lo lejos y un quejido
agudizo bien el oido un golpe 2 , 3 seguido
de a poco rato tenia obre sus pies a un herido.
Ni bien el joven se apeeó, dejo de cantar un grillo
echo mano a su cuchillo y de rodilla se hincó
sin piedad lo degolló y lo empezó a registrar
hasta que logró encontrar un reloj con tapa de oro.
montó en su caballo moro y el grillo volvió a cantar.
Grande fuera la sorpresa cuando a su rancho llegó,
al ver la fotografía en la tapa del reloj, a mi padre maté yo
, desesperado él decía, él que tanto me quería que tanto quiso por mí
, mayor la muerte le dí y le robe todavía.
Pobre madre si supiera que el hijo mató al esposo .
nunca encontraría reposo las heridas serian graves
pero en que cabeza cabe degollar un padre herido
si es que mi deber ha sido soccorrer si es posible;
este castigo es terrible perdón mi padre querido.
Volvió al lado del cadáver, y aún estaba caliente,
y besandoló en la frente mil veces pidió perdón,
¡ Padre ! padre he venido clamó dispuesto a vengarte bien,
se pegó un tiro en la cien, y cayó al lado de su padre
y a enterarse la madre de angustia muere también!.