Cuando yo era chico me decia mi mama,
que si sobre el rancho varuyan los teros
es señal clarita que vendrán visita
Es que era tan lindo pa un niño solo
ver llegar parientes o un amigo viejo
con la dulce carga de unos caramelos
el perfume suave de un ponchito nuevo.
Y fue una mañana que sobre las casas
pasaron dos yuntas toreando a los perros,
y esperando en vano me gaste los ojos
mirando el camino que viene del pueblo.
Porque la visita que tanto esperaba,
llegaron de noche pero a los potreros
y cortando alambre junto a la tropilla
se fueron llevando mi petiso Overo
lo mismo que esa tarde pasó Uno solo
gritando y gritando con cierto misterio,
como un presagio que al llegar la noche
se volvió de a poco tristeza y un silencio
ya que por la huella de mis esperanzas
algubre de unos pasos de unos pingos negros
llegaron unos hombres de gesto sombbrio
al llevarse el cuerpo de mi padre muerto
pasaron los años como pasa todo menos
esas mañas que tienen los Teros
como aquella siesta que atras de sus gritos
llego un forastero oajala se hubiesen callao para siempre
Porque el mal nacido al poquito tiempo
maneando una noche de zurco y fatiga
se enanacoó a mi prenda y se fue muy lejos
extraño conjuro me ligó a esos bichos
que a cada pasada que por el rancho hicieron
me quitaron algo que yo mas queria
que alguien me diga que eso es puro cuento
pero por las dudas aunque sea creencia
cuanto los oigo acudo a los hechos
porque acá en la casa tengo a mama,
y el miedo me agarra si gritan los teros