Maxi Gonzalez |
No hay quien lo dude aparcero
que de muy chico he andao,
en un redomón montao
recorriendo los potreros,
pa' que aprenda el cabortero
lo metí entre la hacienda,
y todo criollo que entienda
sabrá de que no está mal,
que a campo abierto y corral
se saca un pingo de rienda.
No hay que pegarle jamás
tan solo por compadrear,
hay que enseñarlo a formar
con mucha tranquilidad,
domadores por demás
vi en más de una ocasión,
aporrear por diversión
o como chiste asustarlo,
y en un corral pa' agarrarlo
va de rincón a rincón.
De abajo debe amansar,
antes de echarle los cueros,
sino ¡cuidao compañero!
que lo puede manotear;
no lo vaya a lastimar
cuando le ate el bocao,
si el pingo está bien tirao
formará espuma en la boca,
y queda cuando lo toca
de pera al pecho arrollao.
Con las ideas de mi viejo
fue que aprendí a domar,
el me enseñó que al tirar
hay que enriendarlo parejo,
hablarle en forma de consejo,
mientras se lo manosea,
y con cuidao lo manea
para que sepa parar,
y así lo puede ensillar
confiao de que no patea.
Del fiador agárrelo,
con el cabresto arrollao,
y cuando lo haya montao,
desde arriba palméelo,
despacito sáquelo
cosa de que el pingo entienda,
mejor dicho, que comprenda
que usted ya esta enhorquetao,
saldrá mascando el bocao
y jugando con las riendas.
Aunque se sienta jinete,
con cuidao debe andar,
sepa que en cualquier lugar
se puede espantar el flete,
y si en lo bueno del brete
usted lo llega aflojar,
se puede mal enseñar
a corcovear donde sea,
y muy fuerte te golpea
te lo puedo asegurar.
Muchas cosas ha de saber,
el que un redomón ensilla,
cuando arrea un tropilla
loco se le va poner;
aunque le cueste creer
que yo también lo pasé,
y en silencio renegué
al bajarme en la tranquera,
porque pasé horas enteras
para montarlo otra vez.
Cuando ya sepa apartar
y en las riendas esté baquiano,
desate el lazo paisano
y empiece a revolear,
primero va a desconfiar,
pero después paso a paso,
tendrá confianza en el lazo
y enlazar campo afuera,
pa' tirar de la sidera
sepa que tendrá un pingazo.
Cuando le quite el bocao,
enfrénelo en luna vieja,
con las riendas bien parejas
pa' que no salga ladiao,
y tenga mas que cuidao
cuando lo haga trabajar,
no me lo vaya a apurar
debe tratarlo sereno,
si lo golpea con el freno
pa' siempre lo va arruinar.
Cuando muestra condición,
está en la puerta orejeando
y la coscoja mascando
para llamar la atención,
dirán que no es un chambón,
el que ha domado ese flete,
a campo abierto y en brete
se saca un pingo de rienda,
y todo criollo que entienda
sabe... ¡sabe que no charlo al cuete!