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viernes, 22 de julio de 2016

RECORDANDO MIS PICAZOS

Foto Celina Frers



1
Hará veinte años escasos
-cuando el trabajo abundaba-
en la güeya me floriaba
con mis catorce picazos.
Fletes prontos como hondazos
pero enseñaos con aplomo, 
y tan sanitos del lomo
que no parecían de un pión, 
sinó pingos de un patrón
o el lujo de un mayordomo.
2
Los catorce muy parejos
desde el hocico a la cola, 
y a más, de una marca sola, 
pa distinguirlos de lejos.
Y aunque estoy como los viejos
que están pidiendo una cruz, 
mis picazos se hacen luz
y hasta la marca me tráin, 
que es la de Oscar Zabalain
-hacendao de Chascomús-.
3
Con ellos bandié el Salao
en ciento y una ocasión, 
y bandié el Samborombón
estando muy desbordao.
Cada pingo era un soldao
trás la madrina lobuna, 
y no tengan duda alguna
que sin poner un testigo
en los años que les digo
fueron mi única fortuna.
4
Porque se me hizo muy feo
tenerlos en una "seca"
mi recuerdo se desfleca
al compás de un escarceo.
De agradecido, me arqueo, 
como una vieja cumbrera, 
y en "El Candil", de los Vega, 
(que quiero acá mencionarlos)
tenía permiso pa echarlos
en el cuadro que eligiera.
5
Nunca me dió en preguntar
aunque tuviera confianza, 
si era arisca o si era mansa
la trapa que hubo que arrear.
Cuando había que trabajar
con cualquiera me lucía, 
y como en ellos tenía 
la guapeza hacha arrogancia
no averigüé la distancia
cuando en un viaje salía.
6
Cuando no cabían cautelas
y trabajé en forma intensa
jamás les hice la ofensa
de arrimarles las espuelas.
Las lechuzas centinelas
muchas noches me chistaron, 
y entre fríos que asustaron, 
temporales o solazos, 
mi lobuna y mis picazos
ni por broma me aflojaron.
7
Una vez, a un malacara
me lo patió un pico blanco, 
y el pobre quedó tan manco
que temía no llegara.
Allá en el puesto de Lara
se lo dejé embozalao, 
y el bagual amadrinao
cortó el atador, y agatas, 
al galopito, en tres patas, 
me alcanzó desesperao.
8
Pa mi fué el gusto mayor
a favor, o contra el viento, 
verlos con el oído atento
al cencerro sonador.
Yo en el altar del valor
por mis picazos me inclino, 
y pienso que en el camino
o pisando la gramilla
un paisano con tropilla
¡parece más argentino!!!!!

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