Eduardo Discoli en París |
Un día me fui del pago, la pucha que lo extrañe,
salí buscando trabajo y aquí estoy, míreme usted.
Cuando uno sale al camino, es difícil de saber,
si podra pegar la vuelta o morirá sin poder.
Cuanto más leguas se hacen, más quedan por recorrer,
los caminos son pa dirse las penas son pa volver.
Un día me fui del pago, pero Dios ha de querer,
que no se me manque el zurdo sin llegar a Huanguelén.
El hombre escarba en los otros, buscando felicidad,
y se olvida de si mismo que es donde debe escarbar.
Las razones son razones, si se puede razonar,
a veces se anda pensando sin saber en que pensar.
Huellones de tierra y tosca, que de chico recorrí,
arroyos, montes y vientos ellos allá y yo aquí.
Un día me fui del pago, pero Dios ha de querer,
que no se me manque el zurdo sin llegar a Huanguelén.
Que no se me manque el zurdo, sin llegar a Huanguelén...
la verdad que todas las letras de don jose llevan implícitas vivencias de los hombres de campo , son realmente verdades hechas canciones
ResponderBorrarEduardo narra aquí lo que realmente sentimos cuando salimos buscando nuevos horizontes.
ResponderBorrarUn grande don José larralde el maestro de las milongas
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