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miércoles, 29 de diciembre de 2021

El Overo




En mis tiempos de paisano en muchos pagos canté
 los campos escudriñé las sierras el monte, el llano
 un overo porcelano que era mi mayor confianza
pingo de mucha esperanza si hasta parecía pintao
 y por lo bien enseñao le hacían miles alabanzas.

Recordando que fui yo hasta el pueblo del Rosario
y me paró un comisario que al punto me preguntó
¿en qué estancia consiguió flete de tan lindo pelo?
 y contesté sin recelo en forma altiva y airada
 lo gané en una jugada en el pueblo de Carmelo.

— Así que sos jugador debés de ser un bandido
 y a este pueblo has venido a llenar tu tirador.
 No me insulte por favor que no le hago ni un remilgo
— Cómo te llamas — Domingo de apelativo García
y pa mi dentro decía se me ha enamorao del pingo.

En eso llegó un sargento  que me dió la vos de préso 
 lo mesmo que perro al hueso ( se me vino como viento
 ya me causó descontento ' aquella actitud informal
yo acaricié mi puñal pero el comisario airoso
 dijo el gaucho al calabozo! y el overo pal corral.


Quiso la casualidad que al otro día temprano
 yo y mi overo porcelano tabamos en libertad
con toda tranquilidad mi overo iba ensillando
v el comisario mirando la libertad que divisa
 me fui con una sonrisa y mi overo relinchando.

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