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martes, 30 de junio de 2015

UN PINGAZO, EL OVERO NEGRO



Aunque nunca me ha gustao
el ponderar lo que es mío
hoy en la rienda porfío
y agarro pa el otro lao.
Es que en mi mente estaquiao
pa mi flete hay un halago,
y sin que tome ni un trago
con sólo el pensar me alegro
que tengo un overo negro
como no hay otro en el pago.

Parece que hiciera alarde
sabiendo que se destaca
cuando a mi rancho se atraca
a la cáida de la tarde.
Mi pasión parece que arde
viendo en su pelo rareza,
manchao con delicadeza
y según pienso y entiendo
cada mancha es un "remiendo"
que trae por naturaleza.

Es aguerrido en su andar
pa cualquier rumbo que lleve,
poniendo así de relieve
su guapeza al galopiar.
Yo lo he sabido probar
sus condiciones tan buenas,
y en las noches más serenas
lo asusta el más leve ruido,
como al hombre que anda "juido"
o al que arrea vacas ajenas.

Si salgo al campo a boliar
-a escondidas del patrón-
me conoce la intención
y ya se dentra a enojar.
Fue el correr y desplumar
mi diversión soberana,
y es mi costumbre paisana
probar el pulso y el ojo
para cumplirme el antojo
de comer una "picana".

Cualquier paisano tropero
diez lueguas a la redonda
es fácil que les responda
si preguntan por mi overo.
Pingo de un hombre puestero
más pobretón que las ratas,
y en otras horas ingratas
que en mi vida se han cruzao
de algunos pesos me he armao
jugando al fiao a sus patas.

Es al primero que enfreno
en cualquier caso de apuro,
y ande quiera me misturo
sin respetar al más bueno.
Sé que solo me condeno
así al ponderarlo mucho,
pero hay una voz que escucho
y es Martín Fierro el que grita:
"¡Siempre el gaucho necesita
un pingo pa fiarle un pucho!".

domingo, 21 de junio de 2015

DOMINGO DÍA DEL PADRE


















 Domingo día del padre
En un asilo de ancianos Hay un abuelo que esta Al infinito mirando. Son las diez de la mañana Y sus hijos no han llegado Piensa que será el trabajo Y quiere justificarlo. Quizás llegaron mis nietos Tendrán que hacer el asado, A la tarde vendrán todos Para entretenerme un rato. Pero hay un reloj que avanza Y él que no quiere mirarlo Hoy como nunca las horas Se le han pasado volando. Ya son las seis de la tarde Los que estaban se marcharon, Familiares de otro abuelo Porque los de él no llegaron. Que pensarán esos hijos Que a su padre abandonaron, Deben creer que en la tierra No hay nadie para juzgarlo. Por allí hay un mate frio Que espera el calor humano Como espera las caricias El rostro de aquél anciano. Ya son las diez de la noche Las luces se han apagado Y en el rincón de una pieza Hay un abuelo llorando. Dijeron sus compañeros Que lo oyeron murmurando: -"Domingo día del padre... ¿Porqué te abran inventado?".

jueves, 18 de junio de 2015

ENTRE AMIGOS

Nazareno Icardi y Jorge Raul Ariztegui


















  
"Mirá Hermano, vengo a verte
pa' pedirte una gauchada
porque me ha dejao sin nada
mi tremenda mala suerte.
Enfermo, casi a la muerte 
estuve al salir de preso; 
y ahora al pasar todo eso
como templando el coraje, 
voy a salir en un viaje
pa  'ver si gano algún peso".

-"Que de preso habías salido
me anoticié no hace mucho, 
y ahorita recién escucho
lo enfermo que habías caído.
Pero largate tendido
dejando a un lado la tristeza, 
y hablá nomás con franqueza
que lo mío es de los dos,
porque pa'mí juiste vos
sin revés y de una pieza".

- "Pa'  empezar a trabajar,
como mal montao me hallo; 
si te sobra algún caballo
te lo quisiera comprar.
La verdad, pa'  negociar
no tengo ni un pingo viejo, 
pero de a pié no te dejo, 
podés tener por seguro... 
Si me sacás de este apuro
voy a resollar más parejo!".

-"Allí en mi tropilla hay diez: 
nueve Zainos y un Tostao; 
mientras yo ensarto este asao, 
andá y elegite tres"... 
       "Pero Hermano, vos sabés,
que yo me arreglo con uno, 
a más tengo este lobuno, 
emprestado por otro amigo"...
- ¡"Llevá tres como te digo
o no te llevás ninguno!".

-"Es orden muy espinosa
pa' colmo de tantos males,
sacarte tres animales,
de tu tropilla lujosa".
-"Sin decir ninguna cosa
cabresteame del mandao
y a más un poncho encerao
vas a llevar por si acaso; 
y en pilchas si andás escaso
prontito te armo un recao".

-"Sos cadena de eslabones, 
pareja y sin una falla;
y un amigo de tu laya
no se encuentra a dos tirones"...
-"Dejate de esas cuestiones, 
no me hagás llover el techo
y ahura pa'mejor provecho, 
ya que la suerte te trajo; 
¡vamos a pegar un tajo
que ya el Asao está echo!

miércoles, 17 de junio de 2015

EL BAYO RUANO ROBA´O



Espero ser perdonao
si me equivoco paisano
viendo a ese bayo ruano
media res contramarcao
tuve uno ! como calcado
por sus señales y pelos
y en la mitad del brazuelo
tenia como ese ! un lunar
si no es ese ni hablar
que son hermanos gemelos.

El que me robo el caballo
regalo de un viejo amigo
he jurado darle castigo
merecido se lo hallo
he jurado y sin desmallo
vivir rastreando al ladrón
y hoy se me dio la ocasion
por eso, por eso pedirle quiero
que no demore aparcero
en darme una explicación.

Le voy a contar paisano
la historia de este caballo
de que manera este bayo
viene a parar a mis manos
lo compre siendo orejano
a un caminante en Ballé
y a pesar que lo marqué
lo tuve un tiempo perdido
y en las manos de un bandido
contramarcao lo encontré

Y como soy peón safrero
en mi conchabo destajo
por razón de mi trabajo
me recorro el pais entero
fui a dar con unos clineros
en la sierra de Ayegua
y justamente fue allá
que me peche con mi ruano
andaba en él un bayano
de apelativo Almara

Por el lunar del brazuelo
le dije ese bayo es mio
y en señal de desafio
se me voleó contra el suelo
asustaba verle el pelo
 ¡ Largo ! enredado echo porra
pa' comodarse la gorra
se achato la porra a mano,
la estampa de aquel bayano
ni dormido se me borra.

Como se me vino al grano
me hizo arrancar en el acto
era aquel bayano un gato
con el facon en la mano
quise asustarlo, fue en vano
con unos tiros cualquiera
se me venia como fiera
¡ menos mal que tuve suerte!
pagué barata su muerte
en un año estuve afuera.

Cuando salí en libertad
tal cual como se lo pinto
por precausiones en el cinto
guardaba la propiedad
un viejito de ayegua
me había estado cuidando el ruano
la misma tarde paisano
que deje de ser recluso
lo embozalo y me lo puso
con el cabresto en la mano.

Y aura me reclama usted
la pertenencia del ruano
usted lo perdió orejano
yo ! al comprarlo lo marque
no cabe duda que fue
el caminante el ladrón
póngase en mi situación
 por el  yo mate un cristiano
y pague por ese ruano
un año entero en prisión.

De gaucho a gaucho le digo
que me a emocionado paisano
con la historia de este ruano
regalo de un viejo amigo
no puedo ser su enemigo
después de haberlo escuchao
lo que por él ha pasao
lo llevare en mi memoria
como la imborrable historia
de un bayo ruano robao.

lunes, 15 de junio de 2015

ROMANCE DEL MALEVO

Molina Campos


Yo siempre quise tener 
un perro como la gente 
al fin el tiempo y la esperanza 
me dieron uno 
pero bien mirao 
es hombre de pocas pulgas 
yo no atrancaba la puerta de mi rancho 
ni durmiendo..... 
para que.. 
si al lao de ajuera 
por malo que juera el tiempo 
enrejaba de colmillos 
el coraje de mi perro 
cimarron, medio atigrado 
lo halle perdido en las sierras 
temblando de agusanao 
malo como manga é piedra 
tuve que echarlo enlazao 
para curarle las bicheras 
y ahí se quedo aquerenciao 
Compañero de horas lerdas 
trotando bajo el estribo 
ni calculaba las leguas 
y donde aflojaba cincha, mire... 
se echaba a cuidar mis priendas. 
Eso si,...... muy delicao 
manosearlo ni le cuento 
se ponía de ojo extraviao 
y se le erizaba el pelo 
con que tenia bien ganao 
su apelativo....... ”El Malevo” 

Que animal capacitao 
pal trabajo en campo abierto 
había que verlo al Malevo 
trajinando en un rodeo 
¿yo echar tropilla al corral?? 
Le silbaba entre los dedos 
Y embretao en el silbido 
Me los traía sobre el viento 
Y era un abrojo prendido 
A los garrones del trueno 
De ser cristiano.......... 
clavao que era doctor ese perro. 

Una vez bandeando tropa 
con mucho agua en el Río Negro 
caí quebrao de un apretón 
entre un remolino é cuernos 
y me gano la mollera 
la oscuridad y el silencio 
cuando volví a abrir los ojos 
cruzaba una nube el cielo 
gemidos y lambetazos 
llegaban como de lejos 
redepente comprendí 
medio me senté en el suelo 
para entregarle las gracias 
“hermano de ésta te quedo debiendo” 
no me hace a mi el pan bendito 
si no me sacas “Malevo” 
y una inmensa gratitud 
se me gano en el garguero. 

Bueno, la cosa pasó 
yo dentre pa´l casamiento 
hice el horno, la cocina.. 
mi rancho estiró un alero 
y en su chucara crinera 
charqueó el arroró y el beso 
A los dos años 
gateaba mi gurí sobre un peleo 
o andaba por el guardapatio 
prendido a la cruz del perro 
porque él me le sacó 
las cosquillas al Malevo 
lo habrá tomao por cachorro 
dé su cría el pendenciero 
le soportaba imprudencias 
se priestaba pa´ sus juegos 
y ande amenazaba caerse 
se le echaba bajo el cuerpo. 

La cosa fue tan de golpe 
que hasta me parece cuento 
fue después de un mediodía 
como pa´ fines de enero 
yo me había echao en el catre 
pa´ descabezar un sueño 
mi patrona trajinaba 
proceando con el borrego 
redepente aquel grito 
como de terror ¡ROSENDOOO! 
Y ya me pele pal patio 
Manotiando el caronero 
Ella estaba contra el horno 
Tartamudeando en silencio 
Tenía el guricito alzao 
aprietao entre su pecho 
y avanzando agazapao 
como una fiera.......... mi perro 
asomaba unos colmillos como puñales 
los pelos se le habían 
parao de un modo 
que costaba conocerlo 
y en la brasa de sus ojos 
se habían quemao los recuerdos 
de un salto me le puse en frente 
le pegue el grito ¡MALEVO! 
Le vi saltar una baba 
Esta rabioso ROSENDO! 
No te me acerques hermano 
Echa pa tras... echa pa tras 
¡ Fuera perro !!! 

Redepente me saltó 
ladié pa´ un costao el cuerpo 
y senti como la daga 
le topaba contra el pecho 
y cayó casi sin ruido 
como una jerga en el suelo 
se arrastró .... lamió mis pies 
movió la cola una vez, dos veces .... 
y quedó muerto. 

No tenía pa´ elegir 
hermano tabas enfermo 
fue por el cachorro sabes ? 
si no, no lo hubiera hecho !! 

Por eso es que desde entonces 
no me gusta tener perro 
y cuando voy de a caballo 
me parece que lo veo 
seguir abajo el estribo 
trote y trote por el tiempo.

viernes, 12 de junio de 2015

Juancho el Desertor MARIO PINO


-Madre, vengo perseguido,
me he juído del regimiento.
-Hijo que en este aposento
hay un hueco como un nido.
Tu abuelo estuvo escondido
hasta que Rosas cayó...
Cuando el mozo se ocultó
ajuera se oyó un tropel,
y como en la casa de él
un sargento penetró.

- Capitán, dijo el sargento,
aquí hay algo que no entiendo;
yo lo he visto entrar corriendo
a Juancho, en el aposento.
Entré tras él al momento
y el pájaro había volao;
tuito el rancho he registrao
y ni rastro hallé siquiera;
tampoco ha salido ajuera
porque el rancho está rodiao.

-¡Señora! Vamos a ver:
¿Dónde se ha escondido su hijo?
Aquí hay algún escondrijo
y Usted lo debe saber.
No se niegue a responder
porque si lo oculta es pior;
¡No me haga obrar con rigor,
porque téngalo por cierto
que del rancho, vivo o muerto,
me llevaré al desertor!

- No sé, no he visto y no entiendo
porqué esta actitud tan rara.
- Usted miente, y en su cara
mis ojos lo van leyendo.
Sus labios lo están diciendo
por más que quieran negar;
lo acaban de confesar
sus palabras intranquilas;
lo descubren sus pupilas
que empiezan a lagrimear.

- Si el sargento lo ha corrido
hasta la puerta del rancho,
y cuando él entró, ya Juancho
había desaparecido,
y si ha entrao y no ha salido,
no me podrá desmentir
que en verdad debe existir
en el rancho un escondrijo,
y es donde se oculta su hijo
y lo voy a descubrir.

- Sargento, está demostrao
que en el rancho hay una trampa,
y en ella, como una estampa,
el desertor se ha ocultao.
El hombre está emparedado
ha entrao por algún boquete;
vaya usted hundiendo el machete
entre las pajas del rancho;
apostaría que Juancho
se oculta en el mojinete.

- Se me ocurre algo mejor
aunque le parezca cruel:
ate en este cordel
la madre del desertor,
ajústela sin temor
y apuremos los asuntos:
al rancho en los cuatro puntos
préndale juego al alaero,
pa'que aparezca el matrero
o se quemen los dos juntos.

- ¡Alto!, cobarde ha de ser
el que ansina sacrifica
a una madre que suplica
con todo el dolor del ser.
- ¡Ansina te quería ver!
Has tenido que salir.
- "¡Pero no me he de rendir
aunque la muerte se cuadre!
Por ser libre y por mi madre
estoy dispuesto a morir...

Yo sé que la madre tierra
a naides pide defensa,
la tierra no pide ofensa
la tierra no pide guerra.
Orejeando en esa yerra
la marca no es para mí;
si mi vida prometí
en el momento oportuno,
no la daré por ninguno
pero por mi madre sí".

Como un tigre enfurecido
cargó sobre el capitán,
que a su empuje de titán
rodó mortalmente herido.
Un estruendoso estampido
de carabina se oyó,
y de unos labios partió
esta palabra: ¡Hijo mío!
Y en gestos de desafío
el desertor tambaleó.

Con una mano en el pecho
se agachó y quedó en cuclillas.
Después cayó de rodillas
sin expresar un despecho,
luego arrastrándose un trecho
hasta la madre llegó.
Como pudo desató
a la pobrecita anciana,
besó su cabeza cana
y entre sus brazos murió.

Todos llevaron de allí
la expresión clara y sentida:
"Por naides daré la vida
pero por mi madre sí".
Yo también siento entre mí
esa palabra de amor;
ojalá que con ardor
surgieran de cada rancho
Argentinos como Juancho;
gaucho, libre y desertor.


Pintura: Augusto Goméz Romero "El Chasque"
Letra: Martín Castro
Interpreta: Marío Pino

COSAS QUE PASAN

"A visitar la china" Francisco Marenco

Nadie salió a despedirme cuando me fui de la estancia, 
solamente el ovejero, un perro, cosas que pasan. 
El asunto, una zoncera, un simple cambio e palabras, 
y el olvido de un mocoso, del que puedo ser su tata. 
Y yo que no aguanto pulgas, a pesar de mi inorancia, 
ya no más pedí las cuentas, sin importarme de nada. 
No hubiera pasado ésto, si el padre no se marchara, 
pero los patrones mueren, y después los hijos mandan. 
Y hasta parece mentira, pero es cosa señalada, 
que de una sangre pareja, salga la cría cambiada. 
Los treinta años al servicio, pal mozo no fueron nada, 
se olvidó mil cosas buenas, por una que salió mala. 
Yo me había aquerenciao, nunca conocí otra casa, 
que apegao a las costumbres, me hallaba en aquella estancia. 
Si hasta parece mentira, mocoso sin sombra e barba, 
que de guricito andaba, prendido de mis bombachas. 
Por él le quité a unos teros, dos pichoncitos. 
Malaya!, y otra vez, nunca había bajao un nido, 
y por él gatié las ramas. 

Cuando ya se hizo muchacho, yo le amansé el Malacara, 
y se lo entregué de riendas, pa que él sólo lo enfrenara. 
Tenía un lazo trenzao, que gané en una domada, 
pal santo se lo osequié, ya que siempre lo admiraba. 
Y la única vez que el patrón me pegó una levantada, 
fue por cargarme las culpas, que a él le hubieran sido caras. 
Zonceras, cosas del campo, la tranquera mal cerrada, 
y el terneraje e plantel, que se sale de las casas, 
y eso, pal finao patrón, era cosa delicada. 
Y bueno, pa que acordarme de una época pasada, 
me dije pa mis adentros, todo eso no vale nada. 
Sin mirarnos, arreglamos, metí en el cinto la plata, 
le estiré pa despedirme mi mano, pa que apretara, 
y me la dejó tendida, cosa que yo no esperaba. 
Porque ese mozo no sabe, si un día de hacerle falta... 
Tranqueando me fui haste el catre, alcé un atao que dejara, 
y me rumbié pal palenque, echándome atrás el ala, 
ensillé, gané el camino, pegué la última mirada 
al monte, al galpón, los bretes, el molino, las aguadas. 
De arriba abrí la tranquera, eché el pañuelo a la espalda, 
por costumbre, prendí un negro, talonié mi moro Pampa, 
y ya me largué al galope, chiflando como si nada. 
Nadie salió a despedirme cuando me fui de la estancia, 

solamente el ovejero, un perro, cosas que pasan...

Letra: Victor Abel Gimenez 
Interpreta José Larralde 
https://www.youtube.com/watch?v=-3pck79XZPg

jueves, 11 de junio de 2015

MI TIJERA TUZADORA







Milongas Gauchas

En una vaina de cuero
y pa que bien me la proteja,
tengo una tijera vieja
de mis tiempos de campero.
Marca "Ciervo" y buen acero,
 son sus criollos atavismos
y aunque el tiempo y sus modismos
 me dejó a pata en la huella;
la guardo porque con ella
me siento montao lo mismo.

El recuerdo de un amigo
que en mi memoria aun se queda,
un tal Victoriano Arquieda,
muy generoso conmigo.
Ella fue solo el testigo
 cuando una ocasión me dijo:
-"Por paisano y por prolijo
es tuya esta pertenencia,
porque sos de mi querencia
Como uno más de mis hijos".

Si habré conformao mirones,
con su filo como aceite,
cuando era pa mi un deleite
de emprolijar mancarrones.
Y esos crudos cimarrones
que no conocían bozal,
tras la rodada de un pial
y al filo de mi tijera;
me dejaban la clinera
como alfombra en el corral.
Y ni que hablar del picaso,
que cuando mozo montaba,
que antes de salir le echaba
un retoque por si acaso...
Y si al verme tras del paso
más de una moza pueblera,
supo decir salamera
pero con cierta verguenza:
"con gusto daría mis trenzas
pa'l filo de esa tijera".
Una vuelta que la mala
me había chupao como anguila,
fui anoticiao de una esquila
allí en la Estancia "Los Talas".
Allí don Rito Barcala
me dió trabajo conciente
y en el tiempo suficiente
terminé y me eché el regreso,
con ciento setenta pesos
y un capón de cuatro dientes.
Hoy que de viejo me agacho,
como ladrón de zapallo,
y no tengo ni un caballo
pa florearme en algún penacho,
vuelta y vuelta me despacho
como muchacho bandido,
y a la vieja en un descuido
y aunque por ahi se retoba,
suelo tusarle la escoba
para escucharle el sonido.

Letra: Carlos Loray 

HACIENDOME EL GUSTO EN VIDA


Trajo el patrón, pa la estancia,
un toro fino, importao,
y creo que lo había comprao
en Inglaterra o en Francia.
Un animal de prestancia
con más cuidao que una alhaja,
y pa sacarle ventaja
mejorando los planteles
dormía el toro en "Los Jagüeles"
en cama de buena paja.

Yo pa ese entonces, me acuerdo,
redomoniaba un picazo
que era más "pronto" que hachazo
pegao con el brazo izquierdo.
Y como nunca fui lerdo
pa enseñar un animal,
como un hombre liberal
pero con mala intención
saqué al toro del galpón
pa soltarlo en un corral.

Monté y después, despacito,
-como escondiendo una treta-
al toro, por la paleta,
le pegué un empujoncito.
Escuchó el picazo un grito
con mi acento varonil,
y sarandeando el cuadril
se dió el toro a disparar,
y ahí se lo entré a "descolgar"
a dos velas y un candil.

Como el pingo tenía rollo
le iba gritando certero:
¡acomodate extranjero
que te está golpiando un criollo!
De entre las patas, un pollo,
salió con vida arañando,
todo asustao, cacariando,
pasando alguna penuria
cuando yo en toda la furia
traiba al toro recostando.

Después... para qué les cuento...
se apareció el mayordomo,
malísimo, hinchando el lomo,
hasta quedar sin aliento.
Me parece que lo siento
gritar desde la tranquera;
más colorao que una hoguera
estaba loco de atar,
y...¡ya lo mandé a "pasiar"
con una frase muy fiera!

Cuando lo supo el patrón
enseguida me pagaron
y como a un perro me echaron
sin darme una explicación.
Pero si esa tentación
me costó una sacudida
aunque pierda otra partida
no hay cuidao que retroceda,
¡y seguíré mientras pueda
haciéndome el gusto en vida!


Letra: Pedro Risso "Que ocurrencia"
VIDEO:    https://www.youtube.com/watch?v=ZwlmTWeB9PU