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Las pilchas del abuelo |
Falta el aire, y sobran moscas en este domingo de enero,
el sol fríe la chicharra durme un matungo azulejo,
algunos pollos con argaras están de picos abiertos,
por los charquitos de sombras hay unas guachas bebiendo,
por los caminos calientes cruza la siesta en su lerdo,
ojos azules de cardo curiosean desde lejos,
y asoman por las retamas, ojos azules de ceibo,
todo es dulce de tan pobre..
Frente al rancho de tanteo,
que esta con los cuatro codos deshilachado de tiempo,
subasta un rematador, las pilchas de un criollo viejo,
hay muchos interesados, son vecinos todos ellos,
muchachos que hasta hace poco le llamaban el abuelo.
Recostado sobre el palenque los mira tristón el viejo,
han ido a comprar barato cosas que no tienen precio,
y piensa con amargura, ya no da criollos el tiempo,
que vale este par de espuelas,
si las rodajas de fierro son como dos lagrimones
que llorasen por su dueño,
con ellas salio a ganar ase ya muchos inviernos,
la novia en un bagual blanco, la vida en un bagual negro.
Los mozos suben la oferta, doy 10, 15, 20 pesos,
diputan como caranchos el corazón del abuelo,
que al escucharlos se pone rojo de vergüenza el cielo.
Son suyas las nazarenas, dice a uno el martillero,
le han vendido las lloronas, hoy por desgracia hoy tan luego,
que en el palenque la vida le ato su bagual mas negro,
y piensa con amargura, ya no da criollos el tiempo..
Sacan a la venta un poncho, donde garúan los flecos,
para mojarle la cara al que se lo lleve puesto,
tiene la boca zurcida, y lo gasto tanto el tiempo
que a tras luz del calamaco se ve la historia del dueño,
guampas chuzas y facones lo acribaron de agujeros,
pero su filosofía siempre le puso remiendo,
de día con un celeste, de noche con un lucero…
Yo pago por esa pilcha tuita la plata que tengo,
subo a una onza la oferta, si no hay quien de mas lo quemo.
Entonces cae el martillo en lo mas duro del silencio,
un mozo se llevo el poncho y allí cerca el pobre viejo
esta temblando de frío en una tarde de enero,
y piensa con amargura, ya no da criollos el tiempo.
Así perdió en la bajada lo que gano en el repecho,
una a una las ovejas, pilcha por pilcha el apero,
quisiera salvar del lote su mancarrón azulejo,
pa´ que lo agarre la noche en un caballo estrellero,
no tiene mas que uno, y ese, se lo quema el martillero.
Allí termino el remate, cobro la cuenta el pulpero,
¡ aura si! Al verlo tan amargao tan desecho,
todos los rumbos arrollan los lazos de los senderos,
y son cuatro pialadotes los que están esperando al viejo,
en cuanto quiera salir, le van a dar contra el suelo…
Entonces aquellos mozos se acercan pa´ defenderlo,
y el mas ladino le dice entre temblón y risueño,
todos compramos sus pilchas, pa´ salvárselas abuelo,
aquí tiene sus espuelas, aquí tiene su azulejo,
otro le trae igual que a un niño el apero,
otro le entibia las manos con aquel poncho de fleco,
y otro que no compro nada, le estampa en la frente un beso…
Por que sigue dando criollos, muy lindos criollos el tiempo…
Que bueno, te amarga y en después te renueva la hermandad !!!!
ResponderBorrarMuy buena milonga.t hacer pensar mucho
ResponderBorrarMe encanto y me hizo llorar
ResponderBorrarMuy linda, tristona primero pero con buen final.
ResponderBorrarMuy buenas cosas muy lindo
ResponderBorrarMe pone triste pensando. en mi padre y mi abuelo se reflejan mucho en esta milonga
ResponderBorrarPor suerte las pilchas de mi padre quedaron para mis hermanos y sus nietos.la foto que está representando la milonga es Raúl Barragán.mi padre..
ResponderBorrarEl gaucho que ilustra el verso es Don Barragán...supo trabajar por la zona de Tornquist y después se mudó a Cura-Malal... falleció hace un par de años
ResponderBorrarun grande don Barragan
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