Si hablan de una jineteada según dicen los afiches
que están alla en los boliches como quien va a la lomada
contenta la paisanada con situaciones como estas,
cada cual se manifiesta empilchao a su paisano;
y ese Domingo temprano rumbea para aquella fiesta.
Se ve gente de a caballo El auto sulqui o charré
Y algún vendedor de a pie lleva al hombro un bagallo
se dobla del Cardo el tallo presenciando la calor
y al volar un picaflor dice la gente bizarra
que va a cantar la chicharra lo mismo que un payador.
una bandera Argentina flamea en cada Palenque
a y espuela y rebenque para la monta de las clinas
se habla de tuses, madrinas de cosas tradicionales
de lazos trenzados bozales valores en un desierto
de sierras a campo abierto de marcas y de señales
Yo conocí a un reservado dice un viejo veterano
que lo bajó a que el paisano en los pagos de Bragado
que supo estar de encargado en la estancia el Horizonte
y entre amargos y entre aprontes sacando conclusiones
y el humo de los fogones incendiarlo Al monte
También se habla del que doma ,en la boca como seda
de arreglarse como pueda y el Salto de la maroma
Qué son lujos y no bromas de una época pasada
hazaña nunca igualada dice un paisano cabal
de la puerta de un Corral tirarse le a la manada.
Da gusto escuchar los viejos hablar de pelo distintos
de overos negros y de pintos de moros y de azulejos
los gateados más parejo tuvo tropilla de un pelo
anduvo por este suelo resereando de noche y día
en esos tiempos que había nada más que Pampa y cielo.
Y entre las risas y chacotas y saludos de pasada
falta la empanadas tampoco el vino en la bota
en una tina grandota Hay bebida Pa guasear
de pronto el que va a animar pide silencio al instante
y desde un altoparlante se llama al que va a montar.
Y sin andar con rodeos un remolino de jinetes
hay acerca de los bretes pronto acuden al sorteo
hay un negro feo feo de botas de potro calzado
sombrero bien requintado y además en el tirador
con plata de la mejor tiene su nombre grabado.
Y cuando ya en la planilla quedan todos anotados
atracan los reservados que bajaron en tropilla
está el paisano que ensilla el que atraca el que apadrina
el que monto de las clinas y no salvo ni los gastos
hasta que luego en los bastó la jineteada termina .
Y cuando ya sosegado Busca el sol en el infinito
se vuelven los pajaritos al monte que habían dejado
huesos y pasto quemado los restos de algún fogón
el parpadear de un tizón se vislumbra la distancia
señal de que EN ESA ESTANCIA SE HA HONRADO A LA TRADICIÓN!
Excelente descripción!!! La comparto en De madrinas y cencerros.
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