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lunes, 2 de enero de 2017

LA TROPILLA DEL ABUELO

Foto Edda Steiner


Tiene el Viejo Tata Abuelo
Una lindaza tropilla,
Pero entre todos no ensilla
Dos pingos del mismo pelo;
Atraviesa pampa y cielo
El paisano singular:
Tuitos oyeron sonar
El tintín de su cencerro:
Por el llano, por el cerro
Desde los Andes al mar.

Tiene un zaino malacara
Un flete como pintao,
Es un redomón calzao
Con una paleta clara;
No sé con qué tinta rara
Lo bautizó la natura:
Bella y fogosa pintura
Engarzada en cada pelo,
Cruzando el azul del cielo
Y el verde de la llanura.

Un alazán testerilla
Potrillo de linda laya,
Que muestra una lista baya
Del encuentro a la rodilla;
Del borde de la barbilla
Surgen dos listas gatiadas:
Que suben por las quijadas
Hasta llegar al frontal,
Jugueteando entre el bozal
Y las virolas plateadas.

Cuenta con un doradillo
Que recién lo ha amadrinao,
Hace poco que ha empezao
A despuntar el colmillo;
Da gusto verle al potrillo
Los pechos como gragueaos:
Le asoman entrelazaos
Del cuadril a los garrones,
Lo mesmo que patacones
Unos anillos rosaos.

Suma este gaucho nativo
Un lindo flete gatiao,
Que tiene un cuadril nevao
Del costado del estribo;
Sobre él, con gesto altivo
Del Don Quijote rural:
Galopa sobre el erial
Entre las fibras agrestes,
Y las miradas celestes
Del florecido cardal.

Un yaguané color ruano
Que tiene una lista blanca,
Desde la cruz hasta el anca
Como dibujada a mano;
El misterio soberano
Que le da vida a las cosas:
Pintura a las mariposas
Al ave, al tigre, al pimpollo,
Le dio al caballito criollo
Más colores que a las rosas.

A más, tiene este paisano
Un tostado parejito,
Es un redomón nuevito
Que hasta hoy lo tiene orejano;
Cuando cruza por el llano
Con el sol medio inclinao:
Forma el reflejo dorao
Una simbólica estampa,
El cielo azul y la pampa
Y el brioso flete tostao.

Un obscuro, prenda cara
Con una estrella en la frente,
Que al mirarlo de repente
Parece ser que alumbrara;
Pues por esa seña rara
Comenta el paisano arriero:
Es al que lo ve primero
Al redor de la madrina,
Porque en la estrella ilumina
El reflejo del lucero.

Un tordillo lunarejo
Que ostenta en los costillares,
Unos vistosos lunares
Dorados como oro viejo;
Con un manchón azulejo
Sobre del cuadril del lazo:
Y de retazo en retazo
Como locas pinceladas,
Bajan dos listas tiznadas
Que se pierden en el vaso.

El que es una galanura
Es el rosillo bragao,
Lo mejor que ha galopiao
Bajo el sol de la llanura;
Ornan la briosa figura
Del lindo flete rosillo:
Desde el pescuezo al codillo
Un manchón bayo totora,
Jugando con la crin mora
Desde la cruz al flequillo.

Del pangaré rabicano
Daré las señas más finas,
Tiene las patas barcinas
Y salpicada una mano;
Con éste dice el paisano
Cuántas leguas galopié:
Y más de una vez crucé
La pampa de orilla a orilla,
Es toda una maravilla
El potrillo pangaré.

Cuando andan por ahí pastiando
Los llama con un silbido,
Y obedeciendo al sonido
Todos se acercan trotiando;
Se oye un cencerro que andando
Lanza tañidos al vuelo:
Es que bajo el Patrio suelo
Cruzando entre cardo y puna,
Va la madrina cebruna
De la tropilla de Abuelo.

Letra: MARTÍN CASTRO

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Coplitas al Cencerro




Como el lazo y como el perro
en los trabajos de estancia
tiene la misma importancia
en la tropilla, el cencerro.

Observe'n horas silentes
apasibles y serenas
que todo cencerro suena, 
de manera diferente.

Si el cencerro va colgao
a una potra es conocido, 
porque no sale el sonido
con el ritmo acompasao.

De cabeza levantada
camina como perdida;
sin tirar ni una mordida
y sin bajar a la aguada.

Al atravesar la zona
donde atropellan los perros,
nos va diciendo el cencerro
que la madrina es potrona.

Al dirse haciendo el trabajo,
empieza la montarás, 
como imprimiendo el compás
de su andar sobre el badajo.

Pal gaucho, ¡qué maravilla!
cuando por gaucho es tenido, 
verle seguir el sonido
del cencerro a su tropilla.

Es fácil diferenciar
cuando es lerdor el sonido
que el cencerro va prendido 
a una madrina de andar.

La madrina debe ser 
puntiadora y obediente, 
en donde quiera de el frente
y mansa más no poder.

Bien puntera y decidora
ya sea potra o de silla, 
y solo por la tropilla
ser celosa y pateadora.

Si la yegua es elegida, 
¡nunca de pelo tapao!,
la de pelo entreverao
ha de ser la preferida.

Porque en caso que se juya
de día saca a la legua, 
por el pelo de la yegua
cual es la tropilla suya.

Si de noche se ha perdido
o con otras se embaruya,
busque lo tropilla suya
sobre el ritmo del sonido.

Yo les puedo asegurar
que en valles, montes o cimas,
no hay dos yeguas que le impriman
igual sonido al andar.

Canta el cencerro sin tregua
ante la extensión serena,
y asegún la hora suena
sobre el andar de la yegua.

En los escarpados cerros
o en las extenciones llanas, 
con el fresco'e la mañana
canta más lindo el cencerro.

Y a la hora en que el vapor
de la tierra se levanta, 
suena como la garganta
veladita de un cantor.

Al caer la oración marchando
suena la extención dormida,
igual que un alma perdida
que anda en el campo llorando.

Hundida en la soledad, 
más agreste y campesina; 
atándole la madrina
la tropilla no se va.

Sin ronda, corral ni esquina
entablados los baguales, 
entran solos los bozales
cuanto agarró la madrina.


lunes, 26 de diciembre de 2016

NAVIDAD

Pintura Eleodoro Marenco



Disculpemé, don José,
si lo vengo a molestar,
diez leguas tuve que andar,
por poco el pingo estropié.
Ayer noche divisé
una estrella esplendorosa
y, al notarla tan hermosa,
quise quemarme en su brillo,
así que ensillé el rosillo
y cargué una que otra cosa.

Dejeló al Niño divino
que duerma así tranquilito,
yo he de mirarlo un ratito
pa'que bendiga mi sino.
Este poncho de merino
que los años han gastao
es lo mejor que he encontrao
por abrigao y sencillo
y estos güenos cojinillos
que pa'l Niñito he guardao.

Y, pa la niña María,
como siempre, tan donosa,
traigo un clavel y una rosa
que yo regué noche y día.
Y, además como sabía
que es güena pa'cocinar,
no dejé de levantar
al venir por el sendero,
algunos güevos de tero
que ella sabrá aprovechar.

Cuando tenga que marchar
juyéndole a los caranchos,
vaya, don José, a mi rancho
que yo lo voy a esperar.
Carne no le va a faltar,
ni unos catres bien mullidos
y, pa'l Niñito querido,
pierda cuidao que va a haber
leche fresca pa'beber
de mi yegua que ha parido.

Ahura tengo que partir
porque el trabajo me llama,
yo soy Rosendo Lezama,
pa'lo que quiera esigir.
Pero le voy a pedir,
si no es mucho molestar,
que cuando comience a hablar
el Niñito de alhelí,
rece un bendito por mí
que yo no lo he de olvidar.

viernes, 16 de diciembre de 2016

ASES DEL CAMINO

Abel Ivroud canta al trabajador de la huella Al Camionero
"Al fiin de que pavimento, la huella el monte la sierra en que lugar de la tierra estará tu monumento... hombre camión en un cuento de un poeta delirante una promesa constante que en mi pecho se hace trino a los ases del camino anónimos del volante con el camión de vivienda se recorre el continente dispuesto a pelear de frente la mas difícil contienda va y viene en la misma senda con su caballo de acero peleando el sueño matrero que mas de una vez lo atrapa para poder poner la papa que le hace falta al puchero Hermanao a la extensión no le esquiva al sacrificio porque conoce el beneficio que le dio su vocacion" Y es leal mi ponderacion para este hombre sin fronteras y pa jugarse noo espera y aqui sin temor opino Quien aprende del camino es un señor donde quiera"... si en la ruta se ha quedao le indicara con prestancia el estado y la distancia y el lugar determinado muchos lo han utilizado sacando de el algun dato y otro detalle rescaato para que tenga el viajero donde para el camionero se coome bien y barato. Mas de una vez se cruzo el herrante vagabundo el sol lo ha hecho de ser mundo desidio pararte a vos el mate los presento camionero y pelegrino sin importarle los destinos enn el adios en la palma solo dios conoce el alma d e un herrante del camino. Añorando la chuleta con papa y huevo frito a veces se hace infinito el ginal de cada meta por mas que le haga gambeta va a redoblar el esfuerzo ysi yo lo digo en verso pa no achicar su coraje cuantas veces por un peaje paso de lago un almuerzo "..Con Mate y Radio encendida vio muchos amaneceres, como lo hacen esos seres que saben amar la vida, ese estado lo convida a disfrutar la natura aunque a veces sus posturas por el asiento se agencia al llevar como una herencia aquel dolor de cintura ahi le pinte este señor sin traje ceremonial el camin su credencial donde va juzgao su honor y al no restarle valor pa que nadie llo discuta cuando el destino lo enluta quede bien alto su nombre en homenaje a los hombres que quedaron en la ruta HAsta mas ver camionero pensador de mil jornadas me permiti esta bolada por ser como vos hombrero yo sere tu pregonero en defensa de tu hombria a de llegar ese dia que en la butaca derecha comparta con vos la brecha ahaciendote compaña.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

EL REGRESO DE CAMPEÓN

Luis Amado Y El chueco Ferreyra


Se llega la Navidad, día que todos quisieran
Tener la familia entera en la mesa de la paz
Pero esta ocasión será el motivo de reunión
Una tremenda emoción hoy invade a los García
Esperan para este día el regreso del campeón.

Don Juan asando un lechón y Zulema esta regando
Y cree estar observando que esta mas rojo el malvón
El Catriel con atención estaba mirando inquieto
Al camino largo y recto y con su ladrar diría
A Zulema y Juan García que están llegando sus nietos.

Ahí van dos niños corriendo de la tranquera a la casa
Y hay una abuela machaza que los espera sonriendo
Demetrio va reviviendo paisaje de su pasado
El molino el alambrado y hasta observo en el potrero
Bichoco al petizo overo que a la escuela lo ha llevado.

Y los vecinos llegaron, a saludarlo venían
Tanto que no lo veían, hecho un hombre lo encontraron
Y así después q pasaron Zulema iba secreteando
A su hijo le iba contando:"... ¿Viste Don Pedro el que entró?
Ese fue el que alcahueteo cuando te vio jineteando...".

Después de haber almorzado Demetrio les confeso
Que Don Lucio lo llamo el de la estancia de al lado
Y que un puesto le ha ofertado , buen sueldo y mercadería
Y parado Omar tenia chucaros que andan clinudos
Diez tordillos colmilludos pa´ machucarles la encía.

Domingo 6 de Febrero, es el día de regresar
Muy seguro que va a estar esperando el pago entero
Y Jacinto el tropillero de su pueblo le ha ofertado
Un malacara mentado con mucha fama de malo
Que muy cerquita del palo lleva 36 bajados.

Y por fin llego aquel día que el pago estaba esperando
Querían verlo jineteando al hijo de los García
Y la angustia y la alegría, se mezclo que cosa rara
Fue por lo que comentara alguien que llego de lejos
"...Demetrio esta medio viejo pa´ montar el malacara...".

Ya la rueda terminó, al 2 vino el malacara
Y la emoción en la cara del público se noto
Y Demetrio que llego casi cuando el sol caía
Al palenque llegaría, con los estribo´ en la mano
Mientras comento un anciano"...Ese es Demetrio García...".

Puesto el basto y la encimera el hombre se enhorquetó
Y su padre le ayudo a medir las estriberas
Saben que mucho no espera, pues no le teme al fracaso
Puso de visera el brazo y en el silencio infinito
Se escuchó un "larguen" clarito un enganchón y un lazazo.

Después de muchos intentos, vieron que no lo bajaba
Aunque el pingo se flameaba, como llovizna sin viento
Sin tener más argumentos el reservau se paro
Cuando una ovación se oyó, Jacinto su compañero
Su compinche y tropillero en brazos se lo llevo.

El malacara vencido se fue despacio tranqueando,
Como si fuera arrastrando aquel invicto perdido
Y Demetrio confundido, en brazos de la reunión
Escucho con emoción, al padre que comentaba
Hacia rato que esperaba el regreso del campeón.

martes, 6 de diciembre de 2016

25 de Diciembre

Imagen F. Molina Campos


25 de Diciembre me encuentro solo 
en la casa que triste la Navidad 
solamente un arbolito en un rincón parpadea 
con su prender y apagar. 
Hay dos platos en la mesa esperando que regrese 
la que nunca va a llegar, 
la que se marchó una tarde dejando un adiós escrito 
y que no volvio jamas. 
Hay dos copas esperando un brindis que tanto añoro 
pero no hay con quien brindar, 
estan marchitas la flores y tan oscura la casa 
que triste la navidad. 
Quiero elevar una copa con una plegaria al cielo 
por aquellos que no estan, 
brindo por los mas humildes y que todo niño tenga 
sobre la mesa su pan. 
Salgo a mirar a la puerta esperando una silueta 
que nunca e de divisar, 
la risa de mis vecinos que con toda su alegria 
no me pueden contagiar. 
El silencio de la noche me invade el cuerpo y el alma 
me enferman de soledad, 
un ramo de rosas blancas tendidas sobre la mesa 
ya marchitas de esperar. 

Hay dos copas esperando un brindis que tanto añoro 
pero no hay con quien brindar, 
estan marchitas la flores y tan oscura la casa 
que triste la navidad. 
Quiero elevar una copa con una plegaria al cielo 
por aquellos que no estan, 
brindo por los mas humildes y que todo niño tenga 
sobre la mesa su pan. 
Y que todo niño tenga sobre la mesa su pan

miércoles, 30 de noviembre de 2016

LAS MONEDAS DE LA VIRGEN




Se había quebrado en Bahía
en la monta de la grupa, 
y la estancia que lo ocupa
lo despidió el otro día.
¡Claro! así no le servía...
La gente pa trabajar, 
sobra por este lugar!
La pucha qué golpe bajo,
fue quedarse sin trabajo,
y sin que pueda montar.

Viera con qué rabia el freno 
de tanta impotencia masca,
está tranzando una guasca
pa pucherear por lo menos.
Ya volverá el tiempo bueno
aunque pase sin apuro, 
porque confía en el futuro:
volver a épocas pasadas, 
donde no hubo jineteada
que no cobrara seguro.

Pasan tres meses y el yeso
van a sacarle estos días, 
con que tiene una alegría
que no se aguanta por eso.
Y aunque son pocos los pesos
porque anda escaseneando el real, 
se enteró de un festival
y como es "Vasco" su apodo, 
ha dicho que rengo y todo
va a ver si se llega igual.

Llega la época esperada,
lo trató mal el destino, 
pero ya está en el camino
con rumbo a la jineteada.
Lo alza un camión de pasada
y aunque no va a ese paraje, 
va a dejarlo en el peaje 
que tiene la ruta 12 
por si alguno lo conoce 
y enseguida agarra viaje.

Naides lo lleva y por eso
se ha sentao en los estribos, 
ahura pasa un coletivo
pero él no tiene ni un peso.
Está practicando un rezo 
cuando mira que cerquita
se encuentra una capillita
al pie de una enorme planta; 
y se inclina ante la Santa
Bondad de la Virgencita.

Rezando en silencio queda
a la Virgen de Luján, 
y ve en un plato que están
un puñado de monedas; 
-"quizás que la Virgen pueda
por gaucha, prestármelas!"
y le promete ahi nomás
en cuanto gane el primer peso, 
-"Te lo juro que regreso
para devolvértela!".


Toma el micro sin demora, 
va a cumplir con su deseo,
ya están haciendo el sorteo
y llega sobre la hora
y al final se hechó una "tora", 
sobre de una yegua oscura; 
ya con esto se asegura: 
verse en la final metido; 
mesmo que en el tiempo ido
antes de la quebradura.

Y aunque ha visto todo el mundo
que era el primero, cantado, 
ansí no lo vió el jurado
pero les peló el segundo.
Sólo él en lo más profundo,
sabe qué costó volver, 
pero ahura tiene un deber
que en el alma le palpita: 
dir hasta la Virgencita
y el dinero devolver.

Ahí está'nt'ella contento
como un criollo de bien obra, 
y deja un peso de sobra:
señal de agradecimiento.
Cuando alguno le hace el cuento
de lo que esa tarde fue, 
le dice: -"Me arrodillé
y encontré esas moneditas, 
¡Que nunca la Virgencita, 
deja a un paisano de a pié!"


martes, 8 de noviembre de 2016

EL REDOMÓN PATEADOR (LETRA)


Fotografía MARCELO MIRAGLIA /PRODUCCCIÓN



Después de una fría helada
que el sol comienza a entibiar,
dispuesto a desensillar
un potro que yo amanzaba;
y aunque bien lo trabajaba
tratándolo con rigor,
era loco escarceador
por más que lo acariciaba;
las cosquillas le sacaba
pero salió pateador.

En el cerco de la casa
lo dejé atao ese día, 
ya la patrona tenía
la pava puesta en las brasas.
Una lechuza que pasa
pega un chistido bolando
y mientras se va alejando 
lanza otro quejido fuerte,
como un presagio de muerte
una desgracia anunciando.

Taba sacando unos tientos,
pa arreglar una encimera,
una tarea campera 
para dir matando el tiempo.
Llegué del campo contento
después de redomonear, 
y ya dispuesto a matear
noté que algo me faltaba;
era mi hijo que no estaba
no lo había visto al llegar.

Le pregunté a la patrona
"¿qué andaba haciendo el gurí?", 
porque dentro mío sentí
una duda que me encona. 
Me contestó la Ramona 
que "afuera estaba jugando,
que había pasao galopeando
de a caballo en un palito; 
salió a vos nuestro chiquito
dos años y ya anda domando".

Y parada en el umbral
la cara pálida helada, 
para afuera su mirada
supe que algo andaba mal. 
Spreté fuerte el puñal,
me calcé las alpargatas
y así lo pude ver a gatas
que la cola había agarrao
del redomón y sentao
estaba atrás de las patas.

Sentí un nudo en la garganta
que me paraba el respiro,
calculándole que al tiro
en el aire lo levanta. 
Con el codo hice palanca,
pa sujetar mi mujer,
desesperada a mi ver
por la angustia del momento;
ni el más leve movimiento
los dos podíamos hacer.

Tenía un dolor en el pecho
más conociendo al sotreta, 
que con las patas y la jeta
estaba como al acecho, 
-"No me castigués deshecho
que los chirlos que te dí, 
fue porque loco te vi
y pa que en cualquier terreno,
fueses un pingazo bueno 
y hoy me estás doliendo a mí"...

Mira el chico a su mamá
que está en la puerta llorando, 
y el potro lo está observando
de orejas gachas pa'trás. 
Se para y monta ahí nomás
en el palo que tenía, 
qué inocente picardía
se aleja en su pingo al paso;
Ramona lo alza en sus brasos
con un llanto de alegría.

Con la mano en la testera
le dije: "Gracias hermano!, 
sos un flete soberano 
que no va a montar cualquiera; 
no conocerás sotera
y si te ato en el palenque; 
será porque estoy enclenque
y si de arriba te enfilo
bien podés estar tranquilo
que pa vos no habrá rebenque.


sábado, 5 de noviembre de 2016

EL PERRO LOBO




Me contó un caso un anciano,
que allá en la selva africana,
de una historia inhumana
que le sucedió a un paisano.
Era un hachero baqueano 
que entre los montes vivía
y un perro-lobo tenía
pa aliviar su soledad;
era tan fiel su amistad,
que como hermano quería.

Le decían sus compañeros
que el perro-lobo es traidor,
que es fiera y no siente amor, 
y de carácter ligero...
Pero se casó el hachero
con una mujer preciosa, 
y la llevó hasta su choza
donde allí formó su hogar; 
y el perro la entró a cuidar
como si fuera una diosa.

Un día le entró la duda, 
por su hijo, de algunos meses; 
cuando un lobo se enfurece
no hay quien se salva y se escuda.
Y con esa pena muda
hasta su rancho llegó,
cuando la mujer no salió
como él'taba acostumbrao: 
viendo al perro ensangrentao
un pensamiento lo ahogó.

Y pensando en su cachorro
que el perro le había matado, 
lo insultó: -"¡Lobo malvado,
así pagás mi cariño!
No sabías que era mi niño, 
todo mi amor y mi suerte; 
¿Porqué tuve que quererte 
y me matás la ilusión?
¡También con tu corazón
voy a cobrarme su muerte!"

Y el perro viendo quien era, 
se quedó hechado, tranquilo, 
y él manotió de dos filos, 
el hacha de la cumbrera.
Y se la hundió en la sesera, 
llorando a su niño hermoso; 
y no pensó de furioso
que dormía el niño aquél; 
y cerca del catre de él
se encontraba muerto un oso.

La mujer volvió del río, 
de recoger el lavado, 
y vió al hombre arrodillado
que entre sollozos decía, 
-"Perro, perdón, no sabía
de que peleaste por m'hijo"; 
y entre los dientes maldijo
quien a esa duda lo ató: 
y así llorando enterró
al perro que le salvó el hijo.